domingo, 1 de marzo de 2009

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Sobre todo le encantaba cuando se ponían alguna a cuatro patas y un tio le follaba y otro le chupaba la polla. La toqué para llamarle la atención, y cuando abrió los ojos se puso colorada:- Ya está, terminé -le dije. Un encuentro con dos muchachos idénticos que le cautivaronCierto día estaba trabajando como de costumbre en el servicio medico, me llamo mi jefe don Roberto, y me presento a un amigo suyo, que recordaba haberle visto antes pero no habíamos hablado. Terminamos todos exhaustos abrazados unos a los otros, me tocaban suavemente por todo mi cuerpo mientras que me besaban, diciendo lo asombrosamente bien se lo habían pasado. La estaba cogiendo en una de las posiciones que a ambos más nos Busco Sexo Exporadico excitan: yo encima de ella, que tenía muy abiertas las piernas y le metía y le sacaba el güebo a distintas velocidadesEstábamos tirando. Con una mano sigue acariciando y amasando los testículos y con la otra comienza a acariciar la base del pene, poniendo la mano como una anillo que lo rodeara, sube suavemente, acariciando un poco. ?Qué pasa, no quieres. . -Si, si claro, perdona, es que estaba perdido mirando lo Chicas Cam Gratis guapa que eres. Al saludarnos con beso, mi boca que siempre buscaba la suya, a veces la encontraba y se juntaban "casualmente" y había un silencio cómplice y una sonrisa que se cruzaba entre ambos. Apoyada sobre sus Drives Web Cam hombros me mantuve a su altura y le dejé que él me despojará con apuro febril de todo mi maillot de bano, quedando desnuda, pegada a su cuerpo y suspendida sobre su erecta extremidad, empotrada en mi entrepierna. Llegué al boliche, vi a Manuel en la barra tomando algo, al acercarme note varias miradas contemplándome, al llegar junto a él lo besé con pasión en la boca, Manuel me saludó y se levantó para tomar mi tapado, al quitarlo quedó maravillado con mi vestido que se ajustaba a mi cuerpo, dejando notar mis curvas, Chatear Sexo me dijo que lo había sorprendido y estaba deliciosa, le dije que esa era una noche de sorpresas y solo era el comienzo. Notaba en cada centimetro de su miembro el escurrir de la humedad de su sirvienta, como aquella sensación se apoderaba de él y como se agolpaba en su cabeza mientras los herguidos senos de élla se le clavaban en el pecho.

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